Auditorías internas y externas de una empresa: diferencias | Alianza

Las auditorías internas y externas resultan imprescindibles para la gestión de una empresa. Representan una gran oportunidad para mejorar las áreas y procesos en una compañía. Ofrecen enormes ventajas, entre ellas:

• Generar confianza en el mercado.
• Aumentar la competitividad.
• Permitir el ahorro de recursos tipo.
• Incrementar la rentabilidad.
• Prevenir errores.
• Ayudar a identificar nuevas oportunidades de negocio.

Las actividades auditoras previenen el fraude y las irregularidades en las organizaciones. ¿Qué tipos existen y cómo se implementan en una empresa?

Auditorías internas y externas: similitudes y diferencias

En líneas generales, una auditoría es una inspección que se realiza en una empresa para verificar la transparencia de su información contable. Ahora bien, es importante diferenciar las auditorías internas de las externas. Las primeras se realizan “puertas adentro”, analizan las distintas operaciones de la compañía. En cambio, las segundas buscan conocer los estados financieros de la empresa a través de sus informes fiscales.

A continuación, explicamos qué elementos tienen en común ambos tipos de auditoría y en qué se diferencian.

Objetivos

Las auditorías internas buscan optimizar el rendimiento de los procesos dentro de una compañía. Recopilan y analizan datos para controlar el desempeño de la organización. Su principal objetivo es satisfacer necesidades internas puntuales de la empresa, tales como controles o relevamientos.

En cambio, las auditorías externas brindan información de la empresa a usuarios que no pertenecen a ella. Se realizan para evaluar el estado financiero real de la empresa en un momento determinado y tomar decisiones. Por ejemplo, aprobarle una solicitud de crédito o aplicarle una sanción por evasión de impuestos.

Preparación previa

En ambos tipos de auditoría, se debe seguir una serie de pasos previos al procedimiento:

1. Definir los alcances y objetivos de la auditoría.
2. Establecer un plan que defina: fecha, horarios, actividades, encargados y requisitos para cada actividad.
3. Reunión de apertura entre directivos y auditores.
4. Presentación de documentación requerida. Esta información se contrasta con las actividades y procesos observados en la compañía.

Tras finalizar la auditoría, se realiza una reunión de cierre y se procede a elaborar un informe. También es importante que la empresa presente un plan de mejora para corregir los errores y dificultades detectados.

Herramientas

Para las auditorías internas no se contrata personal, ya que son realizadas por miembros de la organización. Generalmente, profesionales administrativos o contables con experiencia en el área. Los datos se recogen en un informe dividido en secciones, de acuerdo con los departamentos de la empresa.

Cuando la evaluación es externa, se recurre a los servicios de terceros. Es fundamental que los auditores sean profesionales independientes, para garantizar la transparencia del proceso. En este caso, la empresa ofrece un contrato de prestación de servicios por la actividad. Como resultado de la auditoría, se elabora un informe que incluya el balance y los estados contables de la compañía.

Algunas de las herramientas que se utilizan para realizar auditorías son:

• Entrevistas a los directivos.
• Encuestas de personal.
• Toma de muestras (varía según el rubro de la empresa).
• Cuestionarios.
• Inspecciones oculares.

Destinatarios

Las auditorías internas se elaboran para el personal interno, es decir, miembros de la compañía. Esto significa que la información es confidencial y se reserva para los integrantes de la organización. En especial, para el área de administración. Además, los encargados de su relevamiento no pueden dar fe pública ni difundir los resultados obtenidos.

Con las auditorías externas, sucede lo contrario, pues están destinadas a organismos de gobierno encargados de inspeccionar y vigilar las sociedades mercantiles. Uno de esos órganos es la revisoría fiscal, que lleva adelante las auditorías para comprobar que las empresas cumplan ciertas normas.

Periodicidad de las auditorías internas y externas

Cada entidad es libre de diseñar su propio cronograma de evaluaciones internas, como parte de su gestión empresarial. Así, puede implementarlas de acuerdo con sus necesidades, para recabar información que le permita tomar decisiones. Además, es un instrumento efectivo para llevar su contabilidad al día.

Sin embargo, la periodicidad es diferente en el caso de los controles externos. Estos son realizados por organismos oficiales en forma anual. Incluso, en algunos casos, se puede solicitar una auditoría externa cada seis meses (Gerencie, 2020).

Las auditorías internas y externas no solo ayudan a mantener la contabilidad de la empresa en regla. También ofrecen muchos beneficios, como la optimización de recursos, la mejora de procesos y una garantía de transparencia. Tanto para la sociedad y el gobierno, como para los miembros de la organización. No deje de llevar adelante estos procedimientos en su compañía.